Septiembre, refresca un poco en la calle. Las hojas van tornándose doradas para al final caer de los arboles y ser arrastradas por el viento.
La vuelta al cole. Niños y niñas que arrastran sus mochilas y sus caritas de sueño hasta la puerta de la sabiduría sin apreciar lo afortunados que son. Padres que se esfuerzan en esa interminable cuesta para llegar a fin de mes para que sus enanos puedan llevar todo lo necesario en su caminar hacia un mañana mejor.
El verano se termina, pronto llegara el otoño. Se acortan las tardes y las noches se van alargando. Los veladores en las puertas de los bares y las cafetería pronto ya no estarán.
El frió de nuevo nos hará desear un poco de calor. La lluvia nos acurrucara en casa y el tiempo de nuevo volara.
Yo seguiré escribiendo cuando tenga un rato, cuando el cansancio y la rutina diaria me de un momento de quietud, un segundo de inspiración... aunque este perdida en el espacio.. seguiré..