Senda... eso fue lo que me abrió aquel primer libro de lectura que llego en primero de EGB. Todavía me acuerdo de esas pastas marrones, con su gran margarita en medio. Del cartón que quería ser cometa, de Toni que hizo realidad el sueño del cartón, de Moncho su primer amigo en aquella ciudad. De Dario el gato, de su ama Mina, de como se hizo amiga de Toni y Moncho. De la niña Marciana que visita a Mina. De Pecas, el perrito que también aparecía en el libro... y de los cuentos que sale entre las historias, de las poesías sencillas de Gloria Fuertes... mi primer libro de verdad.. el primer libro que ya no era la cartilla donde aprendí las primeras letras, las primeras silabas.
La Senda continuo al siguiente año con un circo lleno de magia en la que Toto viajaba junto al payaso Panocha, donde por sus rutas iba haciendo nuevos amigos y llenaba el tiempo de ilusión. Cuando fui un año mas mayor llego Pandora con su caja de los vientos. En ese libro ya había actividades para reflexionar sobre lo que leías, la cosa se hacía mas seria..
Esa Senda se fue llenando de otros personajes, de un sastrecillo valiente, de un pequeño pino que se quejaba de ser pequeño. La Senda me fue llevando a otros caminos, a ampliar mi campo de lectura. Me llevo a conocer las aventuras de la Familia Hollister y de descubrir los misterios de muchos mas personajes. Conoci entre esos caminos a una chica llamada "Puck", a los cinco secretos, me fui a Torres deMalory para luego encontrarme con el lazarillo de Tormes, tuve entre mis manos el libro del buen amor y conocí las aventuras de Cid Campeador entre versos. Seguí caminando entre las letras y llegue a los Pilares de la Tierra para descubrir que leer es un mundo sin fin.
Hoy, cuando mi hijo acaba de entrar al colegio, cuando aun todo este mundo es tan desconocido para él, me gustaría pensar que él cogera también esta senda tan bonita como es la de la lectura y que le fuera tan enriquecedora como lo es para mi.
