viernes, 26 de diciembre de 2008

Por siempre alli - 2ª Parte

CAPITULO XV

Rodrigo entró a el laboratorio de Armel, este preparaba una formula.
- Hola Armel.
- ¡Oh Rodrigo!, ¡que grande eres!.. se ha demostrado tu valía hoy ante todo el reino.
- No era esa mi intención, solo lo hice por qué no soporto las traiciones por la espalda.
- Y por qué eres un valiente, si.- hizo una pequeña pausa.- respecto a lo tuyo hay dos opciones, una la reencarnación, o la otra..
- Si me reencarno..
- Volverás a nacer en su época, tus recuerdos se irán, solo sabrás que es ella cuando la veas.
- Es que no me gustaría perder todo lo que se.
- La otra sería hacerte inmortal, vivir hasta su época, todo se repetiría y cuando te bese llena de amor el hechizo se romperá.
- Antes no se rompió, solo fui un día normal y...
- Cuando ese día te de un beso..
- ¿Y por que te tengo que creer?, La primera vez no fue así, volví a ser de hielo, no me ocurrió nada.
- Soy mago, cambiando unos cuantos componentes puedo cambiar los resultados de la formula.
- Pues si eres tan bueno, ¿por qué no investigas otra manera?.. – su voz sonaba apenada y llena de resentimiento.- No puedo esperar tanto, son varios siglos todavía, tiene que haber otra manera.. por favor, investiga.
- Lo haré.

Ana despertó empapada en sudor, había tenido un sueño, o una pesadilla, no sabía bien.. había soñado con un torneo en la edad medía, con dos caballeros que se disputaban su amor, y ella allí, sentada en el palco junto a personas que desconocía, sufriendo por los competidores, sufriendo por.. ¡otra vez él!.. creía haberlo dejado olvidado desde que se viniera de Castillo de Mar. Su vida había empezado a ser de nuevo la rutina de siempre, ¿por qué tenía que aparecer en su sueño?, ¿por qué el sueño de nuevo había parecido tan real?. Se levanto nerviosa, ando por su habitación, de nuevo le venía su nombre a la mente, Rodrigo.

Aquella noche no podía dormir, paseaba como un alma en pena por los alrededores del castillo, sus pasos sin quererlo lo dirigieron hasta el lago. Se sentó allí, en el borde de la orilla, la luna se reflejaba en el agua llena de esplendor, recordó momentos con la princesa de su corazón, deseaba tanto que llegase... su mirada se perdió en el lago.
- Rodrigo, ¿qué hacéis aquí?
La voz lo sobresalto, en el agua vio reflejado el rostro de la princesa.
- ¿Y vos?, ¿cómo estáis aquí tan tarde?
- ¿Acaso es que ignoras mis escapadas nocturnas?.- se sentó a su lado.- Soy especialista en burlar a la guardia.
- En eso estáis en lo cierto, mi princesa.
- Ya no soy tu princesa, Rodrigo.- guardo un largo silencio.- Decidme, ¿es verdad todo lo que me contasteis de esa chica del futuro?
- Si, nunca os mentiría.
- ¿La echáis de menos?
- Mi corazón y mi mente están con ella.
- Se lo que es eso y no ser correspondida, lo sentí por vos, aunque ahora, algo nuevo ha resurgido dentro de mi, es como si todo se hubiese parado, como si no sintiese nada. Me siento fuerte para afrontar mi destino como reina al lado del príncipe de Lope, puedes estar tranquilo al menos por mi.
- Me alienta oír eso, al menos se que esta vez seréis feliz.
- Rodrigo, mi dulce Rodrigo, si pudiera hacer algo por vos..
- Ya habéis hecho mucho por mi, el ser feliz, eso es suficiente.
- ¿Y Armel?, ¿no os ha dicho nada?
- Me ha dado dos formas, una con mi muerte y la reencarnación en su época, olvidaría todo, la recordaría solo a ella.
- ¿Y la segunda opción?
- La segunda sería volver a la inmortalidad invisible, cambiaría algo en la formula, con el primer beso de amor volvería a ser humano.
- No son muy alentadoras ninguna de las dos.
- No se que voy a hacer.
La princesa guardo silencio, pensaba en todo lo que sabía sobre el particular, su rostro se ilumino.
- Rodrigo, ¿no me contaste que ella al ser mi reencarnación tuvo muchas sensaciones en el castillo?, ¿que vio lo que ocurría?, que con esa compañera suya vino hasta esta edad para que tu fueses lo que eres ahora?
- Si.
- Si te vuelves invisible de la misma forma que viniste podrás ir hasta su época con el pensamiento. Has estado allí, sabrás volver, luego cuando te reconozca se romperá el hechizo.
- Pero tendrá que querer verme.. yo..
- Rodrigo, ¿confiáis en mi? – le preguntó cortante.- Pues si es así, id a ver a Armel ahora mismo que os haga la pócima.
Rodrigo se levantó, ayudo a la princesa a levantarse. Ante la luna llena se quedaron mirando reflejados sus cuerpos en el lago. La princesa se abrazo con fuerza a él, Rodrigo la estrujo a su vez, pasaron unos cuantos minutos, cuando se separaron en los ojos de ella asomaban las lagrimas, él también las notaba en sus pupilas a la vez.
- Te echaré de menos, mi fiel lacayo, mi mejor amigo, mi compañero de juegos infantiles y de juventud.. pero se que serás muy dichoso en aquella parte del mar.. no tengo derecho a retenerte.
- Yo también te echaré de menos...

Ana se despertó de nuevo. Acababa de soñar que con Paula volvían en coche hasta Castillo del Mar, allí se encontraba con Rodrigo que la esperaba en el castillo.
Rodrigo vio como la princesa se introducía en el castillo, se sintió mas tranquilo. Bajo hasta el laboratorio de Armel y este dormía.
- Armel, Armel.
Armel despertó somnoliento, se sentó en su lecho, miro a Rodrigo y sonrió.
- Eh encontrado la solución. Después de investigar he logrado que esta pócima te transporte a su época en un solo sueño. Los siglos habrán pasado en unas horas. Todo se volverá a repetir, llegaras al punto donde lo dejaste la última vez.
- Me la tomaré.
Armel se levanto y cogió uno de los frascos.
- Tomate todo su contenido, cuando despiertes solo debes de esperar.
Rodrigo respiro hondo, le dio un fuerte abrazó al mago y salió de allí. Antes de tomar aquel sorbo deseaba poder observar su hogar por ultima vez..

Ana despertó por tercera vez aquella noche, de nuevo el mismo sueño. Rodrigo lo inundaba todo, se volvería loca, o algo así.. miro la hora y eran las tres y media de la madrugada.

Rodrigo se tomó la formula al lado del lago, noto como todo su cuerpo se helaba, era de nuevo un frío hielo. Entró en un profundo sueño, en él veía a su princesa casarse con el señor de Lope, tuvo dos niños y una niña. Vio a sus hermanos crecer y casarse, a sus padres morir. Soñó que entraba en un oscuro túnel, que se entregaba a la música, a las artes porqué se ahogaba en aquella oscuridad. Al final de aquel túnel vio la luz.. una luz intrigante, era ella.. Ana. Su vida se formó de nuevo, sintió la felicidad.. todo era distinto, paseaban, jugaron a interpretar, le enseño sus mas guardados secretos.. y se marchó, se marcho dejándolo en la puerta de la cabaña. Ya no se atrevió a ir, era un fantasma desgraciado, una angustia repentina lo atrapo de tajo y despertó.
Había amanecido en el lago, miró a su alrededor y fue hasta su cabaña. Entró y busco algo, un joyero, un pequeño joyero que le pertenecía a ella..

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