viernes, 24 de octubre de 2008

Por Siempre alli.

CAPITULO XIII

Había pasado casi un mes. Ana cada día lo echaba más de menos, sobre todo cuando llegaba la tarde. Estas se le hacían eternas en la tienda donde trabajaba.
Paula llego como siempre a por su amiga, eran ya las ocho y medía.
- Hola.- saludo jovial.
- Hola.
- ¿Te vienes a dar una vuelta?
- No, estoy cansada, tengo ganas de irme a casa.
- Como de costumbre.. – hizo una pequeña pausa.- desde que volvimos de Castillo del mar no has salido aún ni un solo día, eso no es normal... tienes que hacerlo, animarte.
- El trabajo de la tienda.
- Si, los Sábados y los Domingos también.
- El Sábado salgo cansada, el Domingo descanso para el Lunes.
- Y yo me chupo el dedo.. Ana, ¿este vez cuanto tiempo le vas a guardar luto?
- Hasta que Dios quiera.
- Entonces no sales.
- No.
Paula se encogió de hombros con mirada triste.
- Como quieras, me voy.. si te decides estaremos donde siempre, tu ya sabes.
- Vale.- vio como se alejaba para la puerta y la llamo.- Paula.- la miró.- gracias.
- Hasta luego, golfa.

Llego a su habitación y sobre la cama había una caja envuelta con papel de regalo, ¿quién habría sido?.. seguramente su familia al verla tan abatida había decidido regalarle algo. Lo abrió con cuidado y al verlo supo de quien era, su corazón palpito alocado aunque en su mente deseaba mantener la calma. Lo abrió y dentro había una carta delicadamente doblada. La cogió y dudo un rato en leerla.. al final supuso que las cartas eran para ser leídas con lo cual la desdoblo. El papel parecía pergamino antiguo y la letra era impecable.

Amada Princesa:
Este joyero es el que ella tenía para guardar las joyas que te regale. Te pertenece a ti y tu lo debes tener. Se que no deseas saber nada mas de mi. Quizás esta carta la tires, quizás nunca la leas por qué creas que estas líneas te causaran dolor, pero no es así.
Después de que tu te fueras repase los pergaminos uno a uno, reflexione sobre tus palabras, sobre las conversaciones que mantuve con el mago. El, me dijo en una ocasión que el frasco de la vida debía de guardarlo con mimo y solo utilizarlo cuando llegase el momento, ese momento llego el día que decidí pasarlo contigo entero.
Cuando me hice humano me sentí feliz, de poder hablar contigo, de poder hablar con tus amigos, de que me volviese el mundo a ver. Nadie se extraño, todos me aceptaron.. luego volví a mi forma habitual y tu quisiste quedarte conmigo. Esa no era la solución, es otra distinta. Yo fui hecho invisible por que una parte de la sociedad no quiso mi existencia, el antídoto es que alguien de tu sociedad me acepte.
Amada princesa, si has llegado hasta este punto de mi carta, lo único que espero es que quieras verme de nuevo y poder hablar mas tranquilamente sobre este asunto.
Por siempre, tu fiel lacayo:
Rodrigo.

Ana leyó dos veces la carta. Aquello era increíble, si era invisible, ¿cómo pretendía ser aceptado en la sociedad?. Deseaba verlo, eso era lo único que quería en aquel momento, pero, ¿dónde buscarlo?. Salió a la calle y empezó a andar sin rumbo fijo. Se sentó cansada en un banco del parque.
- Quiero verte, Rodrigo.- dijo entre dientes.
- Mi princesa, mi bella princesa.. solo bastaba con desearlo.- Su voz la sobresalto, en un segundo estaba allí, ante ella, de pie y sonriente.- Estas aún mas guapa que cuando te vi la última vez.
- Eres un adulador, pero dime, ¿cómo pretendes que haga lo que me pones en tu carta?
- ¿Paseamos?
Ana se levanto y empezaron a andar en silencio. No sabía si aquello era bueno o malo, pues al verlo otra vez su corazón latía desenfrenado dentro de su pecho.
- Tienes que contarle a alguien de confianza lo que sabes sobre mí. Esa persona debe de aceptar mi historia, tendrá que ir contigo al castillo y allí..
- Allí, ¿qué?
- Debes de confiar en mí, os estaré esperando.
- Rodrigo, ¿tu sabes lo que me estas pidiendo?
- Princesa, se que es difícil, pero, ¿no creemos en Dios sin verlo?
- Eso es distinto.. eso..
- Princesa, si crees, nada es imposible, se que tu lo harás bien y sabrás elegir a la persona correcta.
- ¿Seguro que no hay otra forma?.- El negó con la cabeza entristecido.- Lo intentaré, total, lo único que me puede ocurrir es que me metan en el psiquiátrico por loca.
- Estoy tan agradecido, princesa, que no se que puedo hacer por ti.
- Yo si se lo que puedes hacer, hacerte humano.
- Es lo que mas deseo en el mundo, princesa, para poder vivir contigo siempre.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vine a despedirme.

Fuiste una persona especial para mí en este mundo y qué menos que decirte adiós personalmente.

No me siento con fuerzas para seguir viviendo en el desván. Necesito una existencia real, más allá de paredes virtuales.

Abrí mi espacio en este universo con la esperanza de poder comenzar una nueva vida, de conocer a personas de carne y hueso que sustituyeran todo lo que se me arrebató.

Busqué amistad, conversación, cariño, comprensión, complicidad, incluso amor; pero en un entorno cercano, que ayudara a mitigar el inmenso dolor y la terrible soledad con la que he sido condenado.

Encontré personas maravillosas, tú eres una de ellas sin duda, pero también gente que terminó por darme la puntilla como se suele decir.

La distancia terminó por pudrirlo todo además, pues me hizo caer en la desesperación de ver que todo al final se quedaba en palabras.

Así que abandono. En esta vida si algo he aprendido es que no se puede decir de este agua no beberé, por lo que no sé lo que pasará en el futuro, pero a día de hoy, pienso que es el final de Alatriste.

Necesito encontrar un nuevo aire de una vez o si no, terminaré muriendo ahogado definitivamente. Estoy al borde del precipicio y es que me siento muy mal otra vez, casi como al principio cuando Nuria me dejó.

Muchas gracias por todo lo que compartiste conmigo y fue un privilegio tenerte al otro lado. Compartir lecturas y escritos con alguien de tu talento, fue de lo mejor que me ha pasado en la vida.

Te deseo lo mejor y que la vida te dé todo aquello que mereces.
Espero que te quede algo de mí y que puedas recordarme con una sonrisa. Yo no te olvidaré.

Nunca se me dieron bien las despedidas, así que lo siento. No sé qué más decirte. Me da mucha pena todo esto.

Un abrazo y hasta siempre.

Ramón/Alatriste.

Anónimo dijo...

creo que su amiga Paula creerá la historia si es amiga de verdad. Además Paula sabe que Ana lo está pasando verdaderamente mal desde que acabó su relación anterior y ahora esta mosqueada con lo que ha pasado con Rodrigo y sabe, además, que ana no está para bromas. Debe intentarlo con ella pero mejor que no se entere Víctor, los hombres somos más patosos y puede liarla aún sin querer. en fin, veremos que pasa.
Un beso

Ana dijo...

Seguire esperando un comentario y que sonrias de nuevo.
Un beso Alatriste.. Ramon.
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D'Paula, hijo... siempre indagando antes de que llegue el proximo capitulo!!!.. así le quitas misterio al asunto.. en fin.. :)
La semana proxima seguire desenredando la madaja.. a ver que pasa...
Un beso y feliz fin de!!

Anónimo dijo...

Fantástica ilustración nos ha parecido muy buena felicidades por su blog.

Anónimo dijo...

Jooooo; no me regañes. Es que pienso en voz alta y me gusta ir haciendo conjeturas de lo que pasará.
Un beso

@ngelito dijo...

Hay que ver lo que te gusta la lectura,Ana. A mi también me gusta, pero de otro tipo. Que pases buen día. Besos

Ana dijo...

D'Paula, que no, que no te regaño, pero es que eres como mi marido cuando vamos al cine a ver una pelicula... que se va adelantando a lo que va a pasar y casi siempre acierta!
:)
Un beso
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Pues la verdad es que me gusta mucho leer.. y tambien de vez en cuando escribir..
Un beso Angelito!

Ana dijo...

Por cierto, aviso a todos mis lectores.
i os sale un comentario de Naturline, tened cuidado, pero al conectar con el os sale una pag. que parece de sexo al algo así, que no es muy legal.
Un beso!

Anónimo dijo...

Creo que Ana le contará el secreto a Paula y, conociendo su carácter, supongo que se lo tomará demasiado en broma...

Al final no era tan difícil volver a ver a Rodrigo...

Voy a seguir leyendo. Un beso.