jueves, 1 de octubre de 2009

Un rayo de sol..

Embarazada... eso era lo que había sido el porque todo se rompió de pronto, aunque antes de eso ya se veían menos. Asumió sus palabras como una nueva revelación. Ahora que se hablaba tanto de los abortos, de la pastilla del día después.. ahora que todo era tan fácil para cualquier caso como el de su amiga.. ¿que habría echo?... lo mismo, pues la vida estaba por encima de cualquier otra cosa, y ella, asumió su parte sabiendo que podía haber sido una madre soltera. Hoy eso no era ningún problema, pero cuando ellos eran jóvenes era una mancha imborrable, algo que hubiese saltado como un cazo de agua ardiente sobre su amiga.

- Entonces... te casaste.

- Si.- dijo con cara de felicidad.- Él no quería que tuviéramos a nuestro bebe, decía que conocía a un medico que se dedicaba a estas cosas... él no era mujer, no podía sentir ni amar lo que se tiene dentro desde que lo sabes.. y me negué, no me importaba si asumía su responsabilidad o no.. yo si lo hice.- sonreía.- A los dos días me entrego un anillo y no estábamos casando a finales de ese mismo mes.- suspiro.- Luego llego al poco tiempo mi Antoñito... y después, casi seguidos los demás.

- Tiene que ser duro acarrear con un familia tan grande.
- No sabes como..- su gesto se torno algo mas serio.- Primero vivimos en mi casa, luego nos compramos este piso, y hemos sobrevivido día a día. Antonio siempre ha sido un buen hombre, pero mucha presión, ya sabes... él nunca ha querido que yo trabaje y claro... comprendelo.. necesitaba su espacio.. su ocio... cuando cobraba se daba un pequeño respiro con sus amigos en el bar.. una partidita.. quizás una copa de mas.- hizo un largo paréntesis.- Cosas de hombres, vamos.
- ¿Y tu no tenias presión?...¿y tu no necesitabas ese respiro?... ¿que fue de ti?
- Yo estaba en casa, con los niños.. mi madre me ayudo bastante.. la pobre. Se venia y me echaba una mano. Eso si, desde pequeñitos los eduque bien a todos y gracias al cielo salieron muy listos e independientes.. eso me ha ayudado mucho.- se le ilumino totalmente el rostro.- ¿Sabes quien es mi predilecto?... mi octavo hijo.. mi Leo.. desde que nació supe que era distinto, que era mas listo que los demás... y así ha sido.
- Leo..
- Si, cuando nació y le vi la carita me acorde de ti.. no se porque.. y le puse tu nombre.. Leonardo.- bajo la voz.- Mi marido jamas sospecho que era por ti.. si no nunca me hubiese dejado que le pusiera ese nombre... ¿sabes que estaba super celoso de ti?
- No.
- Me lo contó un poco antes de morir.. él y tu mujer.. ¿sigues con ella?.. ¿con Rosa?..
- Si.
- ..Se vieron una vez.. fue precisamente ella quien concertó la cita, y acordaron estar siempre informados de donde íbamos para no coincidir, a los dos les mataba que hablásemos con esa soltura, con esa familiaridad.
Leonardo se quedo algo confuso, no podía sospechar que su mujer alguna vez hubiese tenido celos de su conducta... aunque ahora.. después de tanto tiempo poco importaba.
- Pues mi Leonardo.- continuo como si no hubiese dicho nada importante.- aprendió a leer a los tres años, a contar con esa edad y cuando entro al colegio lo pasaron a primero pues estaba muy por encima de sus compañeros. Sus hermanos le iban adelantando conceptos y sus notas nunca bajaron de los sobresalientes, matricula de honor cuando acabo el Bachiller y se pago la carrera a base de becas y antes que ninguno de sus compañeros... es pediatra, como tu.
- Ahora comprendo por que a pesar de tener tantos hijos ninguno haya pasado por mi consulta o la de mi mujer.
- Eso tampoco te lo ha dicho ella... tu mujer ha sido la pediatra de cinco de mis niños... y tengo que reconocer que es una gran pediatra... ¿todavía ejerce?
- No, se jubilo hace unos meses.
- Yo nunca he trabajado, y ahora me ha quedado la viudez.- se hizo un silencio.- Bueno.. nunca he trabajado oficialmente.. pues he estado cosiendo para la calle... eso si... sin que se enterase mi Antonio, pues él no quería que trabajara.. si alguna vez se hubiese enterado de eso le habría dolido mucho.. el orgullo de los hombres, de ser el hombre quien mantiene el hogar.
- Pero Julia...- le corto casi enfadado.- ¿Quien eres?... ¿Donde esta mi amiga de antaño?
Julia la miró soprendida... como si lo viera por primera vez desde que él entro al piso.
- ¡Fíjate!.. Tu difunto te ha maltratado, tanto psicológicamente como físicamente, no te ha dejado estudiar, ni trabajar, y tu.. ¿lo quieres?.. ¿lo hechas de menos?.. ¿Lo justificas?...
Hubo un largo e intenso silencio, Julia no podía decir nada.
- Tu, que eras la chica mas guapa, mas lista, mas adelantada.- respiro.- Tu, que eras la mas envidiada por tus compañeras, la mas liberal... ¿y te dejas atrapar por todo lo que odiabas?... ¡Por un horrible machista!
- ¡Mi Antonio no era...! - replico alzando algo la voz
- Si era.- Le corto con un grito que resonó en todo el salón.- ¡Y te ha cortado las alas para siempre!
Ella enmudeció... Un rayo de sol empezó a entrar por la ventana.
El proximo relato ya no sera de verano... sera de otoño pues nos hemos metido ya de lleno en el mismo.
Un saludo.


4 comentarios:

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola Ana!
Sí, cosas de la vida.
Sí, cosas de las novelas.
Sí, cosas.
¿Sí...? ¡¡Si!!
Como la vida misma...

Saludos de J.M. Ojeda

noeli dijo...

me encanta tu relato, me encantas tu y me encanta tu blog :) gracias Anita guapa, muaaaaaaaaaaa

Ana dijo...

Cosas que van encauzadas unas con otras.. espero que me sigas visitando.
Un beso J.M.Ojeda!
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Noeli.. como siempre es un encanto leer encantadores comentarios!
Un beso!

Gatadeangora dijo...

Te sigo leyendo...

Besos