miércoles, 26 de noviembre de 2008

Por siempre alli - 2ª Parte

CAPITULO VII

Acabo el cuarto día de cursillo. Ana notaba que su sueño se transcribía a la realidad en cada segundo, todo era igual. Comieron y se sentó en el sofá.
- Ana, ¿qué te pasa?, te veo muy mal.
-No se, tengo una sensación extraña.
- ¿Extraña?
- Tengo un vació en el interior.. – suspiró.- es que lo que me pasa.. yo..
- Ya, ya se cual es tu sensación.. – miró por la ventana.- Será el tiempo, ha cambiado, ya ves, esta algo loco.
- Creó que me voy a acostar.
- Entonces, ¿hoy tampoco vas a echarte un café con nosotros?
Ahora era cuando decía no lo siento, pero si cambiaba sus palabras también cambiaba los hechos. Según su sueño le traían una blusa hippie, ¿por qué no?, sonrió ante aquel pensamiento.
- ¿Sonríes?.. eso significa que te...
- No, lo siento.
- Bueno, pues como quieras.
Se levantó del sofá y se entró a su cuarto tumbándose en la cama.
Oyó a su amiga irse a las cuatro y media tal y como en su sueño. No saldría, ¿para que?. Pasó un rato y se aburría. Se levantó por fin dispuesta a dar una vuelta. Empezó a caminar y sus pasos la llevaron de nuevo a la esquina de aquel conocido camino. Se encamino para el castillo y recordó que en su sueño cabalgaba un caballo con él encima, se paraba a su lado, se montaba e iban a la playa. Espero un rato, nada, ni un alma.. se dio la vuelta y se marcho para la playa. Cuando llegó allí se vio caminando con él e ir hasta unas rocas y un pasadizo. Fue hasta uno de los puestos y compro una linterna. Era una locura pero tenía que averiguar si lo que había soñado era tan real. Llego hasta la entrada y paso como en su sueño con facilidad, encendió la linterna y ascendió por allí. El mar se oía de vez en cuando chocar como si se fuera a meter dentro. Ana recordó el comentario que le había hecho él sobre aquel acontecimiento. Siguió ascendiendo hasta que llego a lo alto. El cielo seguía nublado, corría un aire mucho mas frío que la hizo tiritar, y echo de menos aquella camisa y su fresca fragancia.. es que parecía todo tan real. Recordó cada palabra de su conversación, cada gesto, y noto que le entraban ganas de llorar, pero no podía. Nunca había podido llorar.. y no comprendía por qué. Al rato de estar allí se levantó y se encamino hacía el lugar donde se suponía había caballos salvajes. El camino se hizo mas largo de lo que esperaba pero esta vez si estaban allí. En una llanura había una manada de unos cuarenta caballos que pastaban tranquilamente. Se sentó a contemplar aquel hermoso espectáculo y se le fue el tiempo sin pensar, cuando se dio cuenta se le había hecho tarde. Se levantó dispuesta a irse cuando uno de los animales, el que reconoció como Zahir levanto la cabeza y se le quedo mirando intensamente. Se acercó a ella, Ana se notaba nerviosa, con cuidado le acaricio el morro, el animal se dejo hacer. El animal se hinco de pies y manos como en su sueño, esta monto y este se elevo. Aquello si era real, le estaba sucediendo, no se lo podía creer. Apretó bien las piernas como sabía que le indicaría Rodrigo y el caballo empezó a andar despacito. Ana no sabía hacía donde se dirigía, tampoco sabía como dirigirlo. El animal empezó a acelerar el ritmo y Ana notó que su corazón se encogía. Cogida a la crin intentaba mantener el equilibrio. Cada vez aceleraba mas, cada vez.. Ana cerro los ojos al principio, luego notó que su cuerpo se adaptaba perfectamente al movimiento del animal. Los abrió y como una buena jinete empezó a dirigirlo. Cuando se dio cuenta el mismo caballo fue aflojando el ritmo y cuando paro estaba en la puerta del piso. Descendió con destreza, le acaricio el hocico, la crin, y vio como se alejaba.
Entró al apartamento y Paula ya había regresado.
- ¿Dónde has estado?
- Fui a la papelería esa que hay a un par de calles a ver si encontraba alguna revista.
- ¿Y encontraste algo?
- Compre el “Mas allá”.
- Hija, tu es que compras unas revistas, no se como te pueden gustar.
- No, me voy a comprar el “hola” para ver con quien se lía la “Rociíto”, vamos.
Paula observo a su compañera.
- Estas mas animada.. me alegro por ti.
- Si, creó que este clima me viene bien.
- Los chicos vendrán a cenar, traerán..
- Comida china y una peli de video, podríamos preparar algo, ¿no te parece?
Paula miro a su amiga un poco confusa.
- ¿te has encontrado con alguno de ellos?
- No, pero últimamente voy “mas allá”.
- Me asustas con tus predicciones, ¿no te estarás haciendo adivina?
- No, no te preocupes.
Paula se entró para la cocina y Ana se marcho para el sofá donde estaba su paquete.
- ¿Y este paquete? – preguntó nerviosa.
- Es para ti.
Ana lo desenvolvió y era la blusa hippie.
- Gracias, pero no os teníais que haber molestado.
- Te vi esta tarde tan abatida que pensamos en comprarte el vestido azul que te probaste ayer, pero no estaba ya, así que opte por esta camisa, que también se que te gustan mucho estas cosas.
A Ana le dio un salto el corazón.. no estaba el vestido.. a lo mejor su sueño. Paula salió de la cocina, Ana estaba tan emocionada que se abrazo a su amiga sin mas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguimos aquí. Estamos leyendo tu historia que se pone interesante.
Un beso

Ana dijo...

Pues nada, ya te dejo un capitulo mas para el fin de.. uno mas par llegar al final de todo!
Un beso!

Anónimo dijo...

¿dónde diablos estará Rodrigo?

No sé si has dejado la respuesta para más adelante o ya se supone gracias a la historia paralela. Hace tantas semanas que me leí la 1a parte que seguro que algo se me ha escapado...

Hay diálogos que me han hecho mucha gracia como este, jeje:

"Compre el “Mas allá”.
- Hija, tu es que compras unas revistas, no se como te pueden gustar.
- No, me voy a comprar el “hola” para ver con quien se lía la “Rociíto”, vamos."

En realidad son cosas que bien podrían ser ciertas...

Un abrazo Ana.