jueves, 17 de enero de 2008

El día de San Antón

¿Lo Sabéis? .. hoy es el día de San Antón. Ese día en el cual se pueden llevar los animales a la iglesia para que te los bendigan.
Hoy les daré la salida a los nenes de catequesis un cuarto de hora antes para que vayan a por sus mascotas y las lleven a bendecir. El año pasado una me trajo un gato, otro una tortuga y el tercero un canario, aquello mas que una clase parecía un mini-zoológico. Así que este año les he dicho que nos vamos antes para que les de tiempo a ir a sus casas a por ellas.
San Antonio de Abad o como se le conoce popularmente San Antón es representado con un cerdito a sus pies, por eso se le atribuye la bendición de los animales.
Uno de los principios que el aconsejaba era muy interesante, por eso me parece digno de mencionar, pues es algo aplicable a los creyentes y a los que no lo sean.
"No vivir preocupados por el cuerpo, si no por el alma" y "Cada mañana pensar que puede ser el último y vivirlo con intensidad"
Muchas veces estamos tan preocupados con estar mas delgados, mas elegantes, mas modernos o mas que se yo... que se nos olvida ser buenas personas, ayudar al prójimo, y todas esas cosas que no hacen ser mejores. Muchas veces dejamos pasar los días sin mas, pensando que aun nos quedan muchos por delante, que aun somos jóvenes, que tenemos mucho tiempo hasta la longevidad.... pero nos olvidamos de algo, que cada segundo es único, que cada minuto es eterno.. y que cada hora es todo un universo.
A mi la experiencia vivida muy cerca me ha demostrado que la vida puede cambiar en una mañana, en unas horas, en unos segundos, en una llamada. Que la longevidad no existe ni esta asignada a nadie, y que por eso, como aconsejaba San Antón, tenemos que vivir cada hora como si no tuviesemos mas detrás.

1 comentario:

Kinush dijo...

Qué bonito e interesante este post sobre San Antonio Abad, al leerlo me ha venido a la mente un poema de Fray Pedro de los Reyes (siglo XVI), dice:

YO PARA QUE NACÍ

Yo para qué nací? Para salvarme.
Que tengo de morir es infalible.
Dejar de ver a Dios y condenarme,
Triste cosa será, pero posible.
¿Posible? ¿Y río, y duermo, y quiero holgarme?
¿Posible? ¿Y tengo amor a lo visible?
¿Qué hago?, ¿en qué me ocupo?, ¿en qué me encanto?
Loco debo de ser, pues no soy santo.